Blog Moreno Reino ¿Se puede congelar el queso?
Conoce las excepciones que permiten este método de conservación, que generalmente no es aconsejado para esta clase de alimentos.

¿Qué quesos se pueden congelar?
Los productos derivados de la leche en general no suelen resistir un proceso de congelamiento a -19°C, que es la temperatura de referencia para los alimentos congelados. Esto se debe a que las proteínas y grasas presentes en estos alimentos, son vulnerables a los cambios de temperatura.
En el caso de la leche, la misma puede congelarse siempre y cuando se realice de manera rápida, con el objetivo de que el producto no tenga tiempo de formar cristales que dañen las grasas de la leche.
En el caso de los quesos, la posibilidad de congelarlos depende exclusivamente de su tiempo de maduración, el cual determinará la cantidad de humedad presente en la pasta. De esta manera, solo se recomiendan congelar los quesos más añejos, ya que poseen una pasta dura y seca, la cual evitará que se formen cristales que dañen el suero de leche.
Otro aspecto a considerar es que estos productos lácteos pierden intensidad en su aroma luego de realizarse un proceso de congelado. Los quesos que más sentirán estos cambios son los añejos, pero sin embargo son los que mejor se comportan ante estos procesos de cambio de temperatura.
Quesos tiernos: son los que poseen una semana de tiempo de maduración. Son los que disponen de la pasta más húmeda, ya que la totalidad del suero de leche está presente en el producto. No deben congelarse bajo ninguna circunstancia, ya que se formarán cristales de hielo que generarán que el producto se cuaje al descongelarlo.
Queso semicurado: su proceso de curado es de cuatro a doce semanas máximo. Si bien poseen menor cantidad de suero de leche en comparación al producto anterior, su pasta sigue siendo húmeda. Por este motivo no se recomienda congelarlo. Sin embargo, el queso semicurado resistirá el proceso, aunque al momento de consumirlo nuevamente solo deberías utilizarlo para untar, ya que posiblemente habrá perdido gran parte de su sabor y aroma.
Quesos azules: estos quesos de pasta cremosa se caracterizan por disponer de hongos en su interior. Pueden congelarse, pero al descongelarlo para su consumo se tornan granulosos y poseen un sabor completamente diferente al original.
Quesos curados: estos productos son los que disponen de un proceso de maduración de cuatro a ocho meses. Estos quesos son los que mejor se adaptan a la congelación, ya que al descongelarlos para su consumo no sufrieron grandes cambios en su consistencia y sabor.
Quesos viejos: son los productos lácteos que poseen un tiempo de curado de diez o mas meses. Esta clase de quesos soportarán a la perfección el proceso de congelado. Su principal inconveniente es la pérdida del sabor del producto y la textura granulosa que adquirirá su pasta.
Cómo congelar un queso
Suponiendo que solo congelarás quesos curados y añejos, lo primero que tienes que hacer es cortar en pequeñas rebanadas el alimento. Esto se debe que al descongelar el producto, tiene que consumirse en un periodo de tiempo breve, razón por la cual solo retirarás del congelador los que vayas a ingerir en el momento o en el día siguiente.
Para envolver las rebanadas tienes que utilizar papel de aluminio. Este material es el más indicado para aislar correctamente el producto y evitar que se oxide. Luego debes conseguir bolsas para congelar, en las cuales introducirás los diferentes trozos de queso previamente envueltos con papel de aluminio.
Al momento de descongelar el producto, retíralo del congelador y guárdalo en la nevera con el objetivo de que este proceso sea lento y seguro.
Una vez descongelado no podrás volver a congelar el producto.
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